La oveja que incubó un huevo
Este libro es uno de los más simpáticos que hemos leído últimamente, además de ser una historia tierna y divertida y con un gran mensaje de fondo. Este cuento está escrito e ilustrado por Gemma Merino, creadora también de los dos éxitos "El cocodrilo al que no le gustaba el agua" y "La vaca que se subió a un árbol".
Sinopsis
La oveja Lola tiene una cantidad de lana extraordinaria. Después de la esquilada de primavera, Lola ve con preocupación que su maravillosa lana le crece de una manera loca y descontrolada. Pero pronto descubre que toda esa melena de lana es útil, y que los buenos amigos aparecen en los sitios más insospechados. Un cuento divertido y tierno que demuestra que los grandes amigos son mucho más importantes que las grandes melenas.
¿Mi impresión?
Esta es Lola, una oveja muy muy presumida que pasaba las horas cepillando y cuidando su suave, sedosa y extraordinaria lana.
Le encantaba salir a la calle porque siempre la colmaban de piropos. Imaginaos, después de su paseo se sentía feliz y orgullosa.
Pero llegó el calor y con ello algo para lo que nuestra protagonista no estaba preparada: el corte de pelo. Lola se quedó, entonces, sin su magnífica lana, provocándole una gran tristeza.
El señor lobo le dijo que así estaría mucho más fresquita, pero Lola sentía vergüenza, se sentía ridícula y desnuda...
Y eso mismo es lo que pasó. La oveja se fue al otro lado de la colina y esperó resignada hasta que su lana creciera.
Pero al crecer su lana no lo hizo tan suave, lisa y sedosa, sino sino salvaje y alborotada. Y, mientras estaba tumbada y resignada mientras le invadía la tristeza, un huevo cayó sobre su cabeza. Pero Lola no se percató ya que su lana era muuuuy mullida.
Gracias a la alborotada lana, el huevo permaneció a salvo porque permanecía calentito y se mantenía tan seguro como en un nido.
Una mañana, Lola se despertó y encontró al pajarito sentado sobre su cabeza. Era un pajarito precioso de colores brillantes y a Lola le maravillaba. Al pajarito le gustaba la gentileza de Lola y su lana enmarañada.
Los dos amigos pasaron días y días, jugando y divirtiéndose. Lola estaba increíblemente agradecida de haber podido ayudar a su amigo gracias a su lana. Al fin y al cabo, si el huevo no hubiera caído sobre ella algo terrible podría haber sucedido.
Aunque su amistad era muy fuerte, un día comprendieron que había llegado el momento de despedirse. LLegaba el calor y Lola necesitaba cortar su lana y el pajarito quería ver mundo. Así que, al día siguiente, se despidieron, esperando poder encontrarse algún día.
Lola, volvió nuevamente a su hogar, donde la esperaban el resto de sus compañeras. Esta vez, todo había cambiado. A la ovejita ya no le daba importancia a la apariencia enmarañada de su lana ni lo que los demás pensaran de ella. Ahora solamente estaba feliz de poder volver a ver a sus amigas las ovejas.
Lola fue directa a ver al lobo para que le hiciera un buen corte de pelo. Y esta vez, deseaba que le volviera a crecer la lana, y que volviera a ser revuelta y mullida.
¿Qué os ha parecido? En casa nos gustó mucho porque la historia es tierna y divertida y, además, nos habla de la necesidad de querernos tal y como somos, la importancia de valorar más lo que tenemos dentro que lo que tenemos fuera.
En el cuento podemos ver las dos caras de la moneda, la actitud de Lola pasa de ser presumida y obsesiva con su apariencia física a ser una oveja cariñosa y orgullosa de su lana revuelta, porque los huevos que caen allí puedan estar sanos y seguros.
Un libro muy muy bonito con unas ilustraciones encantadoras que seguro hará las delicias de los pequeños, medianos y grandes de la casa. Al fin y al cabo, su mensaje es necesario tengamos la edad que tengamos.
Tapa dura: 32 páginas
Edad recomendada: 5 - 6 años
Editor: PICC8|#Picarona; Edición: 1 (16 de mayo de 2017)
Colección: PICARONA
Idioma: Español
ISBN-10: 8491450343
ISBN-13: 978-8491450344
